Nuevas Tecnologías Físico Químicas (NTF) SAS BIC es una compañía colombiana que desarrolla química verde, fabricando tecnologías y productos biodegradables enfocados principalmente en limpieza sin enjuague, utilizando aceite de limón y de soja como base, a partir de los subproductos  de la agroindustria.

Desde Conexión Reciclado, entrevistamos a Jaime Paredes, fundador e investigador de la empresa, para conocer más sobre estas tecnologías.  

Transformación de desechos agroindustriales en productos con impacto positivo

En NTF transforman residuos industriales para fabricar productos y tecnologías que se aplican a los procesos de limpieza -sin agua y sin enjuague – en múltiples usos e industrias. Estas tecnologías suprimen la utilización de productos contaminantes o peligrosos, y disminuyen de manera considerable el consumo de agua, generando múltiples impactos positivos para el ambiente y contribuyendo con la transición hacia una economía más circular, en la cual los residuos se vuelven la materia prima de nuevos productos.  

Como explica su creador, el proceso comienza con la valorización de los subproductos de la agroindustria. En primer lugar, se extraen los aceites de la cáscara de limón, naranja o de la soja, los cuales son utilizados para la producción de nuevos productos con impacto ambiental positivo. La masa que queda posteriormente a la extracción de estos aceites también continúa su camino en la cadena de valor, destinándose a la producción de harinas y abonos.

Como en muchas de las industrias recicladoras que conocemos, NTF tiene un problema actual de abastecimiento local: “En Colombia, la capacidad de aprovechamiento de estos recursos industriales es muy baja porque la industria de los cítricos es poco competitiva. Por eso, para poder abastecer nuestras necesidades de materia prima, debemos importarla de países como Estados Unidos, Brasil y México, que tienen mayor capacidad productiva.”

Una vez que NTF se hace de los aceites, comienza la etapa de fabricación de los productos de limpieza, que actúan a través de un proceso de hiperdegradación. Este proceso consiste en la degradación acelerada de sustratos, causada por un agente que disocia las estructuras funcionales de un sistema y lo reduce a partículas infinitamente pequeñas y en un tiempo de acción des-apreciable. La limpieza con estos productos no requiere enjuague posterior, generando así un considerable ahorro de agua. La gama de productos y tecnologías va desde artículos para la industria automotriz, petrolera, de transporte, alimenticia y de la construcción.

“La empresa nació en 2012, para hacer explotación económica de patentes vinculadas al concepto de hiperdegradación, una tecnología alterna a la tensioactividad, que permite hacer un proceso de limpieza sin utilizar agua, y de manera más eficiente. Ya hacía un tiempo que venía trabajando vendiendo tecnología, y estaba apasionado por el tema ambiental, pero encontré un foco cuando empecé a inmiscuirme en la física cuántica, y a partir de allí entendí un concepto distinto de hacer las cosas: la naturaleza tiene la particularidad de que construye juntando partículas elementales, que luego se vuelven moléculas y luego materiales. Encontramos una ruta trabajando con sustratos sobre los cuales aplicábamos un proceso para atacar los grupos funcionales, y así volver simples a las cadenas complejas, reduciendo su tamaño y provocando una degradación acelerada. Así fue como patentamos la hiperdegradación, un proceso que tiene que cumplir con dos características: dejar como resultado partículas ínfimamente pequeñas y en una fracción de tiempo mínima”. 

“A partir de esta tecnología empezamos a realizar limpieza de vehículos particulares y luego buscamos entrar en el mundo del transporte masivo y otras industrias. Un día nos llamaron de un concesionario al cual le hicieron cerrar el negocio, porque estaban contaminando una quebrada con productos de limpieza y sustratos que terminaban en el agua. Les dijimos que, entonces, deberían empezar a realizar el lavado sin agua. A partir de eso, empezamos a trabajar en el primer fluido: “Dry Car”. 

“Después de incursionar en el producto, fuimos a golpear las puertas al sistema de transporte masivo de Bogotá y nos llevamos una sorpresa cuando vimos que nuestra tecnología no funcionaba en este tipo de vehículos. Entonces, empezamos a desarrollar otra tecnología y entendimos que teníamos que direccionar los fluidos en torno al tipo de sustrato que se necesitaba degradar. Iniciamos un proceso de investigación con los clientes, para obtener procedimientos rápidos y superar la velocidad de lavado del proceso tradicional.”

“Luego de eso, creamos OIL Breaking, un producto para la limpieza de pasivos ambientales y activos de la industria petrolera, como grava contaminada y maquinaria. Ante la demanda, empezamos a incursionar en artículos de limpieza para el hogar y para la industria alimentaria. Como el producto partía inicialmente del aceite de limón, se corría el riesgo de que quedaran residuos -especialmente cuando se trata de cocinas e industrias alimentarias-, por lo que lo sustituimos por aceite de soja. Ahora estamos atendiendo plantas de alimentos que necesitan realizar limpieza de superficies con ausencia de humedad.”

Actualmente, están trabajando en la certificación como empresa B y BIC (beneficio e interés colectivo), y aseguran que se diferencian por todos sus proveedores poseen certificados verdes. Están buscando la internacionalización de las tecnologías, principalmente para toda América y proyectan, en pocos años, empezar a trabajar con el mercado europeo y africano, que se han mostrado interesados en la tecnología. 

Recientemente lanzaron un nuevo producto destinado a la industria del reciclado plástico, para la limpieza de los plásticos post consumo, como una posible solución a los niveles de contaminación con los que se recuperan. 

También proyectan “poder realizar mayores transferencias de tecnología directa al consumidor, alfabetizando ambientalmente a otros impulsores de los conceptos. Queremos convertirnos en un ejemplo de que trabajar por el ambiente es un muy buen negocio.“

En una continua evolución, es que tienen un departamento de I+D, con personal altamente calificado, que se ocupa del desarrollo de nuevos productos y nuevos mercados.